
¿Te has encontrado alguna vez delante de la nevera buscando algo que comer?
¿Estás en casa, sentada en el sofá, viendo una película y sientes la necesidad de picar?
¿Has tenido un mal día en el trabajo y al salir sientes la necesidad de comer algo y, si es chocolate, mucho mejor?
El estrés, la tristeza, el mal humor, y otras emociones incómodas hacen que nuestra mente nos induzca a comer cosas poco saludables y que, realmente, no necesitamos.
El Mindful Eating es una herramienta que nos puede ayudar a superar estas situaciones.
Todas estas sensaciones son lo que llamamos Hambre Emocional. Este fenómeno afecta a muchísimas personas, la mayoría de las veces casi sin darnos cuenta caemos en este deseo irrefrenable de comer si tener realmente la necesidad fisiológica de hacerlo.
Con la información correcta, fuerza de voluntad y compromiso de cambiar puedes mejorar tu relación con la comida, que, frecuentemente, nos resulta muy difícil.

La tristeza, la soledad o el aburrimiento a menudo inducen a nuestro cerebro a manifestar el poderoso deseo de comer cualquier cosa, pero, normalmente suele ser alguna cosa con azúcar o chocolate nada beneficioso para nuestra salud.
Podemos distinguir el hambre física del hambre emocional porque la primera se satisface con cualquier cosa, mientras que la segunda, aparece de repente y con una necesidad imperiosa por satisfacerla, preferimos alimentos ultra-procesados ricos en azúcares, grasas o sal, y no nos lo comemos, más bien solemos devorarlo sin disfrutar de lo que nos hemos metido en la boca con el posterior remordimiento que esto nos ocasiona.

Mindful Eating o Alimentación Consciente
Llegados a este punto voy a intentar describiros que es el Mindful Eating o Alimentación Consciente.
Su origen está en el mindfulness, y su finalidad es ayudarnos a no sucumbir ante esa necesidad impulsiva de comer.
Esto implica comer de una manera mucho más consciente, prestando atención total a lo que estamos comiendo, notando los sabores, percibiendo sus colores y texturas.
Debemos prestar atención a nuestras sensaciones y diferenciar el hambre ral del hambre emocional-
Debemos comer más despacio, con esto le damos tiempo a nuestro cerebro a darse cuenta de que ya nos hemos saciado, evitando así comer demasiado.
Todo esto, Ruth Moreno, nuestra profesional en Mindfulness de Nova Natura es la persona idónea para acompañarnos en este proceso.


Beneficios del Mindful Eating
Además de permitirnos disfrutar más de los alimentos y mejorar la salud física y mental, también nos aporta otros beneficios:
- Reduciremos el cortisol ya que disminuiremos el estrés.
- Mejora la actividad de la corteza prefrontal, refuerza el autocontrol dominando esos impulsos.
- Reconectamos cuerpo y mente y aprendemos a escucharnos.
- Somos más conscientes de los que comemos, por lo que reducimos el consumo de ultra-procesados.